Una vez llegado a Pompeya Claudia yo nos fuimos al teatro.
Durante la obra un hombre gritaba de tal forma que todo el público
se escandalizo e intentaron salir corriendo en busca de un lugar seguro. Lo que me llamo
la atención, fue el difunto rodeado de la policía. El greco nos dio información
sobre la víctima.
Nos dijo que era Simaón, Egipcio. También nos dijo que había quedado
allí con el.
A parte también nos dijo que Simaón tenía unos papeles muy valiosos,
porque eran unos geroglíficos de una tumba me dijo que tenía que ir con el para
recuperarlos.